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Hace tiempo comenté que publicaría artículos en relación a la capacidad de adaptación creativa de los restaurantes atendiendo a las particularidades alimenticias. Hoy hablaré del restaurante del Parador de Tordesillas.
Aquellas personas que siguen el blog desde hace ya más de tres años saben que surgió con una finalidad: compartir una experiencia personal de salud. Mostrar cómo te adaptas lo mejor que sabes, cuando te dicen que ya no puedes comer de todo, y comienzas a crear platos sabrosos en base a limitaciones o, por lo menos, lo intentas.
En el transcurso de estos casi siete años de enfermedad he descubierto restaurantes a los que puedo regresar con total tranquilidad, otros que únicamente te aportan un asado y poco más, incluso aquellos en los que pasas un mal rato… En esta ocasión hablaré de uno que va en esta última línea: el restaurante del Parador de Tordesillas. ¡Mejor ni repetir!
Cuando un jefe de sala te comenta que no quiere decirle nada al jefe de cocina para evitar problemas y que será mejor que tú, el cliente, te comas lo que te ha servido (aún sin poder tomarlo), nos encontramos en un lugar poco recomendable. Pareciera indicar que les parece mejor se enferme el cliente que enfrentar una situación de errores en cocina o quién sabe dónde.
Comer en el restaurante del Parador de Tordesillas con alergias e intolerancias
Avisados en el Parador de Tordesillas con tres semanas de antelación de los problemas alimenticios y enviado documento con las contraindicaciones, así como alimentos permitidos, nos dirigimos a pasar cinco noches de estancia en dicho lugar. La primera sorpresa en el restaurante, que se respira un malestar general. Sumado a que sirven de entrante queso amarillo con un arroz maravilloso lleno de, como es normal, azafrán y demás condimentos que no puedo tomar. Así que ni probarlo.
De primero pedí unas verduras a la plancha. Mira la foto y juzga tú misma o mismo si están o no recalentadas.
Sigue la incomodidad del jefe de sala con sus maravillosos comentarios: «Como no puede comer nada -refiriéndose a mí (cosa incierta, puedo de casi todo, salvo determinadas especias y lácteos)- solo le puedo ofrecer pescado a la plancha con patatas». Soso, aceitoso y con una estética propia de cualquier restaurante o bar que no alardea de preparar ricos platos con un cierto nivel.
Vamos, que perfectamente lo encuentro en los bares de playa donde resido y con menos aceite; reitero este punto porque ya has visto el plato fantástico de robellones. Llega a la mesa el pescado para mí (primera foto) y el especial, que no podía tomar, para mi marido.
Este segundo plato de pescado es el especial, el que se supone que tenía una preparación muy diferente. El que les suponía un trabajo tremendo modificar para servirme a mí.
Segundo día y último día
Al día siguiente fue cuando nos sirvieron los ricos robellones salteados con ajo. Que, haciendo un juego de palabras, lo que se me «saltan» son las lágrimas de la emoción al ver tan rico baño de hongos.
Este entrante no solo resulta insano para una persona con enfermedades digestivas inflamatorias, sino que el colesterol, por poner un simple ejemplo, lo recibe con los brazos abiertos y les hace una fiesta.
De segundo, este maravilloso pescado a la placha, que si observas detenidamente tiene un baño de aceite menor que el de los robellones, por su puesto. Ahora, la creatividad para presentar platos es bárbara. Nada más hay que mirar los platos del día anterior y este.
Del Parador de Tordesillas al Parador de Lerma
Las ganas y motivación para exponer lo ocurrido en los días sucesivos me flaquean, aún cuando han transcurrido ya unos seis meses de ésto. Lo que he mostrado en fotografías solo se corresponde con una mínima parte de todo lo acontecido. Y a unos precios que, si no te hospedas en media pensión (como sí que era nuestro caso, afortunadamente), te van a parecer excesivos.
Al hablar con la directora del Parador, nos comentó que ya otros clientes se habían quejado de la cocina. ¡Aún así no había puesto remedio! Además, nos tocó una habitación supuestamente de las mejores. Digo esto porque el crujir constante de la madera sobre nuestras cabezas cada vez que los de la habitación superior se movían por ella resultaba insufrible. ¡Sí, lo comentamos, pero dijeron que no podían hacer nada! Que se trataba de la madera y no podían remediarlo. Nunca había vivido algo así y he estado en hoteles con madera en el suelo y cruje, pero no de esa manera.
Al final decidimos marchamos. Eso sí, la directora nos consiguió estancia en el Parador de Lerma, donde pudimos descansar y comer con total tranquilidad. Este último sí que lo puedo recomendar para personas con problemas alimenticios, ya que se adaptaron sobre la marcha. Nos trataron de maravilla en comparación, sobre todo, con el restaurante del Parador de Tordesillas.
Recetas fáciles que recomienda Comer especial
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Vaya experiencia y además por varios días. Yo si te sirve de consuelo, tuve muchas decepciones en distintos Paradores, aunque, eso sí, al ser sólo el comer días sueltos parece menos.
Joean, parece mentira, pero cuando vamos días sueltos, lo notamos menos. Tienes razón. Un besazo.
Vaya tela, parece mentira que esto pase en los Paradores, con lo que cobran! Pero yo el otro día tuve una experiencia parecida en el Parador de Segovia y te digo que no vuelvo ni aunque me inviten! Besitos preciosa, todo bien???
Glo de COCINAR CON AMIGOS
¡Ja, ja, ja, ja,… Gloria! Se están descuidando mucho en los Paradores. ¡Una pena! Besos, preciosa!
Ja, pues como para ir de vacaciones…!!! mejor me quedo en mi casa!!. Bs.
¡No, mujer que hay muchos sitios donde quedarse! Besos.
😉
Me parece increíble que aun tomándote la molestia de avisarles con tiempo y detalles claros, se hayan comportado así:o)
Te comprendo muy bien, durante unos meses tuve prohibidos todos los alimentos crudos con piel (o sea entre ellos el típico perejil para "hacer bonito" o por el estilo) pero me dejaba muuuchas opciones supuestamente… sabes que al final terminé sólo comiendo pizza ??? Porqué ni caso hacían y eso que era algo muy grave para mi… Suerte que hay restaurantes y hoteles con mucho respecto al cliente!!!!
Un beso,
Palmira
Así es, Palmira. No me extraña nada porque las molestias expresadas por el personal con relación a lo que sucedía en cocina suele ocurrir, desgraciadamente, en muchos sitios. Por contra, muchas veces nos llevamos sorpresas muy gratas en los lugares menos esperados. Todo depende de lo que importe el cliente. También, me imagino, que muchos estarán cansados de vivir experiencias negativas, por lo que pagan justos por pecadores.
Besos.
Pues si que los platos son realmente deprimentes:-) Ya no para ti sino para todo el mundo. Espantoso. Conozco el Parador de Lerma , y hace unos tres años estuve en el Tordesillas pero estuvieron a la altura. Creo que ahora están de capa caída. Después de ver esta maravillosa ya no vuelvo.
Bss
¡Sí, Katy! Ya ves que los platos tenían la misma presentación tanto para mi marido como para mí. Me habría gustado conocer las presentaciones que hacía hace 3 años, cuando tú estuviste. No sé qué le habrá pasado. Besos.
España es un lugar que recibe muchos turistas, por lo tanto "todos" deberían recibirlos con el mayor esmero y buena educación. Yo tengo mala experiencia al respecto.
Besoss.
Sé que hay muchas personas con experiencias bastante negativas con el sector servicios en España. De ahí que me decidiera a escribir estos artículos. Besos.
La decoración de los platos es salida de hotel de los años 70, cualquiera de nuestros blogs tiene un poco mas de gusto para colocar una patata en un plato. El problema de los paradores es que son funcionarios (me disculpe todo el mundo que sea funcionario que yo no quiero molestar a nadie) pero es cierto que al tener la plaza fija, pues si no te gusta el pescado no te lo comas, eso en la empresa privada es impensable. Una verdadera pena, siento el mal trago cielo.
No sé lo que les mueve a proceder de esta forma, Chusa, pero da pena. Nosotros no somos profesionales e intentamos sacar platos de la mejor manera posible. Ahora, un especialista se ha preparado para ello. No tengo palabras. Indudablemente, en la privada ya habría perdido el puesto.
Besos.
Menuda decepción de sitio, desde luego no es para repetir, como dice Julia, mejor quedarse en casa. Un beso y buen finde.
Ni recomendarlo a personas con problemas alimenticios, Azucena.
Besos.
Nosotras si ser cocineras con titulos no pondriamos un plato servido de esta manera , por que es de juzgado de guardia , besitos
¡Así es Inma!
Besos.
Pues vaya… Joé, qué platos más insulsos y el de los níscalos… puajjjjj.
Me parece bien que lo digas, que hay restaurantes que van de finos y son mediocres tirando a malos.
Besitosssss
La de veces que hemos conversado a este respecto, Laura. Y ambas coincidimos.
Besos.
Hay hija que mala suerte, pero el bolsillo si que se lo llenaron seguro.Mejor comerse un bocadillo mas sano.Cuanto lo siento pero tómalo como una anécdota y nada mas.Besoss
Doris, el artículo está escrito en relación a restaurantes que puedo o no aconsejar a personas con problemas alimenticios. Esa es la línea del texto. La experiencia ya se encuentra en el baúl de los recuerdos. Besos.
Vaya pena que haya sitios que le traten uno así… y menuda decepción de platos, ya se que ahí no hay que ir. Un beso!!!
Besos, Julia!
Hola Rosa. Leyendo tu entrada se le quitan a uno las ganas de acudir a semejante lugar. supongo que presentasteis la correspondiente reclamación, aunque lleva su papeleo no se salen de rositas.
Viendo las fotos de los platos mas parecían los de un bar de poca monta que los de un parador. Eso sí los precios no te los rebajarían.
Seguro que la experiencia que pasasteis no resultó muy agradable, sin embargo te ha servido para saber un lugar donde no volver.
Saludos
Juan, mi marido fue a hablar con la directora, tal y como comenté en el texto. Y como tuvo la deferencia de buscarnos alojamiento en otro Parador, del que no tenemos queja alguna, no pusimos reclamación. Eran más las ganas de marcharnos y tener donde quedarnos que decidimos irnos y dejar sólo la queja a la directora.
Me ha servido, como bien dices, para saber dónde no debo regresar. Al igual que para comentar a personas con problemas alimenticios que pueden encontrarse con este problema si van a dicho Parador.
¡Gracias por tu comentario!
Saludos.
Rosa, en cuanto a restoran tengo claro que hay de todo en este mundo….. si piensas mucho no comes mas que en tu casa….. besos
Bueno, Naroa, yo creo que existen muchos sitios donde uno puede comer con total tranquilidad. Ahora, si padeces una enfermedad crónica con contraindicaciones alimenticias, no te queda de otra que cuidarte para no morir en el intento. Eso sí, no dejar de salir, porque unos problemas alimenticios no deben limitar tu libertad de movimiento y consumo externo. Besos.
Estimado cliente. Quisiera agradecer los comentarios que ha puesto en el blog. Gracias a los comentarios de nuestros clientes y amigos podemos ir mejorando y superando día a día la calidad de nuestros servicios a fin que todas las expectativas de nuestros clientes se vean no sólo cumplidas sino mejoradas. Desearía pedirles nuestras más sinceras disculpas por la situación (ya reconducida) que se planteó durante su estancia entre nosotros de hace seis meses. En Paradores estamos muy concienciados en materias de accesibilidad en su más alta acepción. Me pongo a su entera disposición y me gustaría nuevamente agradecer su estancia en el Parador.
Un cordial saludo.
La dirección Parador de Tordesillas.
Muy amable por tomarse las molestias de pasar y dejar unas palabras. Indudablemente la situación fue reconducida gracias a que mi marido habló con usted, tras varios días de oídos sordos por parte del personal ya mencionado, para decirle que nos marchábamos. Un cordial saludo.
Pues que pena que te pasará lo que has contado. A mi me encantan los paradores, aunque sólo sea incluso para tomarte un aperitivo y estar allí un ratito. Yo conozco unos cuantos, el lunes precisamente estuvimos en el de Toledo, tiene unas vistas preciosas desde su terraza. Pero está claro, por la fotos, que en el de Tordesillas, falla la cocina sobre todo. Y qué pena porque no son baratos precisamente, y si vas a ellos, lo se esperas a cambio, es que todo este casi perfecto, como mínimo.
Bss
Así es, no son nada baratos! El de Toledo tiene unas vistas maravillosas.
Besos.
Veo que algunos ya han tenido experiencias no muy gratas con Paradores. Ciertamente, una pena, ya que habitualmente se trata de lugares con cierto encanto que no llegan a saber explotar. Por fortuna, no todos funcionan igual. En cuanto al artículo, se trata de uno más en la línea de la concienciación en la restauración con las personas que padecen alguna intolerancia o alergia. Esta apuesta la comencé hace varios meses y pienso seguir dejando mi opinión en relación a la realidad de lo que me encuentro, con imágenes que capten lo que expreso.
¡Gracias a todos por vuestros comentarios! Un beso enorme.